Este termino está muy de moda, aunque ya hace 20 años que se descubrió, es el nombre de una molécula que está presente en el aceite de oliva virgen extra.
Su principal virtud, es que es un polifenol con una gran poder antioxideante y antiinflamatorio muy parecido a las propiedades que presenta el ibuprofeno, pero lo más característico de todo es que es el responsable del sabor picante y amargo que presentan nuestros aceites.
La historia de su descubrimiento se debe principalmente a ese picor que presentan los aceites de oliva de calidad, pues al ser probados por unos investigadores en un congreso farmacéutico en Italia y llamados por la curiosidad decidieron a estudiar que compuesto provocaba esa sensación en la garganta.
Hay que tener en cuenta que no todos los aceites presentan este compuesto en la misma proporción y ¿como sabremos si el aceite que consumimos es rico en oleocanthal? Pues aquí tienes la manera:
1.- El aceite tiene que ser de excelente calidad
2 – Principalmente obtenido de aceitunas verdes o en envero (entre verdes y negras)
3 – Al probarlo, debe producir una sensación de amargor y picor
4 – Es muy probable que también nos provoque un poco de aspereza en la garganta
5 – Existen variedades con una concentración más alta en oleocanthal que otras.
En nuestro caso la variedad Cornicabra presenta una concentración muy alta de esta molécula, de ahí que tengamos un aceite con un sabor tan característico y con tanta personalidad.
ORNAL nuestro aceite con Denominación de Origen Montes de Toledo, os aseguro que es muchisimo mas agradable de tomar que una medicina y con un traguito de 40ml equivaldría a 250 mg de Ibuprofeno.