El Aceite de Orujo de Oliva es el gran desconocido para muchos consumidores, un excelente producto destinado mayoritariamente a mercados extranjeros y que ahora vuelve con fuerza a conquistar los hogares españoles.
El aceite de orujo de oliva pertenece a la familia del olivar, lo que explica tanto su composición saludable como su rendimiento culinario. Por este motivo, comparte el perfil graso de los aceites de oliva, ya que es rico en ácido oleico y contiene antioxidantes y otros compuestos bioactivos de interés nutricional. De hecho, estudios realizados por del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), lo sitúan en segunda posición del ranking de aceites y grasas comestibles según su perfil nutricional y saludable.
Por otra parte, al resistir muy bien las altas temperaturas, gracias a su alto punto de humo que oscila entre los 230 y los 240 °C, se convierte en un aceite ideal para frituras. Precisamente, esa resistencia permite que pueda usarse más veces sin deteriorarse. Además, su sabor neutro aporta suavidad y equilibrio a los platos, algo muy buscado en recetas de repostería o salsas para no enmascarar el sabor de los ingredientes principales.
Es cierto que el aceite de orujo de oliva tampoco ha escapado a la subida de precios pero es una opción más económica y nos permite seguir disfrutando de todos los beneficios nutricionales que contiene un fruto tan especial como la aceituna. En la actualidad oscila entre los 4,5 y los 5,5 euros por litro
También es importante y no debemos olvidar su valor medioambiental ya que se obtiene del aprovechamiento integral de la aceituna tras la producción de los primeros aceites de oliva.
En definitiva, un aceite de una alta calidad, económico, con multitud de usos y que en nuestra cocina es el complemento perfecto.