En 2030, esperamos que muchos de los alimentos del futuro no sean muy parecidos a los que tenemos hoy en día. Parece que estamos hablando de una época lejana, pero está a la vuelta de la esquina. Por eso, muchas personas no paran de plantearse que comeremos en el futuro para conseguir que haya comida disponible para todos, y eso es lo que queremos contarte hoy.
¿Por qué se habla de la comida del futuro?
En tan solo unos años, se cree que la agricultura no será suficiente para abastecernos a todas las personas del planeta, y se tendrá que recurrir a nuevas técnicas para la comida del futuro. Existen varias líneas de investigación. Por un lado, se están buscando alimentos innovadores que revolucionen por completo la cocina como la entendemos hoy en día.
Otras líneas apuestan por una alimentación más sostenible con nuestro planeta, de modo que no generemos residuos y con desperdicios mínimos. Además, también hay un auge importante de la tendencia hacia lo vegano y vegetariano.
En resumen, son varios los frentes abiertos, y algunos de los alimentos que más se escuchan como los alimentos del futuro se detallan a continuación. Eso sí, pase lo que pase, no es posible olvidarse de la importancia de que sigas una dieta saludable y continúes apostando por grasas saludables, como el aceite de oliva virgen extra (AOVE), así como por otros nutrientes de calidad.
1. Cultivos modificados genéticamente
Tanto en agricultura como en ganadería, se verá cómo la ingeniería genética comienza de nuevo a repuntar. Especialmente, tras el descubrimiento de la técnica CRISPR, que supuso la entrega del Premio Nobel a sus descubridoras.
Esta técnica genética acaba con los problemas que se han atribuido tradicionalmente a los transgénicos, pues permite que se lleve a cabo la edición de un solo gen. Así, podremos hacer los alimentos a nuestra medida y basándose en nuestras necesidades. ¿Se te ocurre una cosa que cambiarías tú de los alimentos para hacerlos más apetecibles?
2. Insectos
Cada vez utilizamos más estos insectos en la alimentación, y es que son una fuente de proteínas muy interesante para todos. Además, su cría es muy sencilla, y eso permitiría que se pudiese abastecer a grandes cantidades de la población con proteína que no provenga de la agricultura o de animales de mayor tamaño. Si todavía te dan algo de reparo, no te preocupes, también puedes comenzar a probarlos en harina, ya que su aspecto queda totalmente camuflado.
3. Masa microbiana
Nuevamente, con la búsqueda de nuevas fuentes proteicas se llegó a los microorganismos como bacterias, microalgas o levaduras. Estos seres microscópicos son una opción que puedes considerar por su elevado contenido en proteínas y porque, con la ingeniería genética, podríamos hacerlos a medida para tener los nutrientes deseados. Además, su cultivo es muy fácil, y puede controlarse de forma muy precisa en un laboratorio para incrementar la creatividad.
Y tú, ¿probarías bacterias? Piénsalo, no es tan raro, al fin y al cabo, forman parte de los lácteos, el vino, la cerveza, los encurtidos y muchos otros alimentos más.
4. Algas
La cultura japonesa hace años que las incluye en sus platos y, aunque actualmente en la cultura occidental ya las conocemos, se espera que se utilicen todavía más. De hecho, algunas personas consideran que será el futuro de la agricultura. Y es que las algas contienen un montón de micronutrientes y macronutrientes beneficiosos como ácidos grasos omega 3, vitaminas o minerales. Razones suficientes para que les des una oportunidad.
En definitiva, en pocos años veremos cómo el mundo de la alimentación se revoluciona todavía más y se da paso a los alimentos del futuro. Esta tendencia puede poner en riesgo una alimentación saludable, por lo que no tienes que perder de vista esta prioridad para ti.